
Lo cierto, Venezuela está hoy
mucho más lejos de llegar al mundial de fútbol, el peor arranque posible en una
zona competitiva que ofrece solo 4 boletos directos y medio cupo en repesca.
El deseo nacional a priori es que
los próximos encuentros se conviertan en victorias, pero lo más relevante será la
exhibición buen juego, que no parezca un equipo que juega a la suerte, sin
juego conjunto, sin pases, sin llegada y sin gol, características que si mostró
positivamente Venezuela en etapas previas a Noel Sanvicente, inclusive sin
tanto talento venezolano jugando en ligas extranjeras. Que merme la indiferencia
y el desdén por el juego con el balón será lo más importante ahora que el
boleto a Rusia está lejos, el fanático distante y el técnico con poco apoyo nacional, sostenido solo por los hilos
de la federación.
Para esta convocatoria han
incluido a Juan Pablo Añor que vive un gran momento en Málaga y que al igual
que Adalberto Peñaranda del Granada, participarán por primera vez en la
selección. Se aplaude la iniciativa del técnico venezolano al llamarlos a la
cita pero quizás su lectura ha sido tardía, Añor tiene un rato jugando muy bien
al fútbol en una liga de primer nivel, estuvo disponible y no hay ahora en la
selección otro jugador de su posición y característica.

Por lo pronto, esperar buen juego
de la vinotinto sin importar el resultado, aprovechando la plantilla mixta
entre experiencia y juventud que invite a soñar, fútbol atractivo diría el recién
fallecido Johan Cruyff, aunado a la solidez en defensa con mucho que ganar y
nada que perder.
@escribodeportes
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